La creación del Museo Afro Brasil se concretó como resultado de más de dos décadas de investigaciones y exposiciones exhibiendo como negro a quien negro fue y a quien negro es en Brasil, desde los siglos pasados hasta los días actuales.
Crear un museo que pudiera registrar, preservar y argumentar a partir de la mirada y de la experiencia del negro la formación de la identidad brasilera fue el desafío de un equipo de consultores, especialistas en museología, historia, antropología, artes y educación, contra una colección inicial de 1100 obras, entre pinturas, esculturas, grabados, de artistas brasileros y extranjeros, además de fotografías, libros, videos y documentos, para delinear el hilo conductor de este ambicioso proyecto, ya con algunas premisas definidas, pero todavía con mucho por trabajar para tornarlo en una realidad consolidada.
En el punto de partida existía la certeza de que no se podría contar esa historia por una visión oficial ya esquiva, que insiste en minimizar la herencia africana como matriz formadora de una identidad nacional, ignorando uma saga de más de cinco siglos de historia y de diez millones de africanos explotados en la construcción de este país. Desde la perspectiva del negro, este no es un proceso exclusivo de Brasil, pues su presencia, aqui en las Américas, es indisociable de la experiencia de desarraigo de millones de seres humanos producto de la esclavitud. Así, asumiendo esta perspectiva, el Museo Afro Brasil, siendo un museo brasilero, no puede dejar de ser también de la diáspora africana en el Nuevo Mundo.
Es la esclavitud que, en la diáspora, forza el contacto y el intercambio entre miembros de diferentes naciones africanas y produce las más diversas formas de asimilación entre sus culturas y la de sus señores, así como resistência a la dominación que éstos les imponen. Como un museo de la diáspora, el Museo Afro Brasil, por lo tanto, registra no sólo lo que de africano todavía existe entre nosotros, lo que aquí fue confiscado, vestido y transformado por las manos y por el alma del negro, salvaguardando todavía el legado de nuestros artistas –y fueron muchos, anónimos y reconocidos, los que en ese proceso de mestizaje étnico y mestizaje cultural contribuyeron a la originalidad de nuestra brasilidad–.
Sin embargo, no se puede olvidar que la cultura mestiza que se forma en diáspora involucra relaciones entre desiguales, tratándose de señores y esclavos. Desde las perspectiva del negro, esta es una historia de larga y penosa labor, de incertidumbres, incomprensiones e inconsciencia, que todavía hoy persiste en la mentalidad de parte de la élite brasilera. No es sólo una historia de prejuicios, racismo y discriminación, es, sobre todo, una historia de exclusión social de las más dañinas y permisivas, en ese abismo de las desigualdades creadas y cristalizadas en Brasil como una herencia de la esclavitud.
El Museo Afro Brasil tiene, pues, como misión principal la desconstrucción de estereotipos, de imágenes distorsionadas y expresiones ambiguas sobre personajes y hechos históricos relativos al negro, que ciernen sobre ellos oscuras leyendas que un imaginario perverso aún hoy inspira, y actúa silenciosamente en nuestras cabezas, como una guillotina, lista para entrar en acción cada vez que se vislumbra alguna conquista que represente cambios o el reconocimiento de la verdadera contribución del negro a la cultura brasilera.
Este museo pretende unir historia, memoria, cultura y contemporaneidad, entrelazando esas vertientes en un único discurso, para narrar la heroica saga africana, desde antes de la trágica epopeya de la esclavitud hasta nuestros días, incluyendo todas las contribuciones posibles, los legados, las participaciones, revueltas, gritos y susurros que tuvieron lugar en Brasil y en el circuito de la diáspora negra. Un museo que refleja una herencia en la cual, como un espejo, el negro pueda ser reconocido, reforzando la autoestima de un pueblo excluido y con una identidad fragmentada, que busca en la reconstrucción de su autoimagen la fuerza para vencer los obstáculos para su inclusión en una sociedad cuyos fundamentos sus ancestros nos legaron.
El Museo Afro Brasil es, por lo tanto, un museo histórico que habla de los orígenes, atento a identificar en la ancestralidad la dinámica de una cultura que renueva la exclusión. Un centro de referencia de la memoria negra, que reverencia la tradición que los ancestros supieron guardar, reconoce los héroes anónimos de grandes y pequeños combates, y los negros ilustres en la esfera de las ciencias, letras y artes, en el campo erudito y popular. Un museo que expone con rigor y poesía ritos y costumbres que traducen otras visiones del mundo y de la historia, fiestas que evidencian el encuentro y la fusión de culturas lusoafro-ameríndias para formar la cultura mestiza del Nuevo Mundo, pero que también registra las innovaciones de la cultura negra contemporánea en la diáspora. Un museo de arte, pasado y presente, que reconoce el valor de la recreación popular de la tradición, que reafirma el talento negro erudito, en las artes plásticas y en las artes escénicas, en la música como en la danza
Sobre todo, el Museo Afro Brasil es un museo contemporáneo, en que el negro de hoy pueda reconocerse. Un museo que integra los anhelos del joven negro y pobre a su programa museológico, contribuyendo a su formación educativa y artística, pero también a la formación intelectual y moral de negros y blancos, ciudadanos brasileros, en beneficio de las generaciones que vendrán. Un museo capaz de colaborar en la construcción de un país más justo y democrático, igualitario desde el punto de vista social, abierto a la pluralidad y el reconocimiento de la diversidad en el plano cultural, pero que también sea capaz de reanudar los lazos con la diáspora negra, promoviendo intercambios entre la tradición, la herencia local y la innovación global.
Un Museo que está en la más grande ciudad brasilera y una de las mayores del mundo, la cual, por ser ella misma multicultural y multirracial, es un lugar ideal para concretar esa utopía, asumiendo una tarea pionera en la creación de una institución que pueda servir como instrumento para repensar el concepto de inclusión social, y espejo para reflejar una sociedad finalmente dispuesta a incorporar al otro en sus diferencias. Al final, fue en esta ciudad de São Paulo que la herencia de sangre, sudor y lágrimas de africanos supo conservar el patrimonio de su cultura y su memoria irguiendo los quilombos de Jabaquara y de Saracura y generó personalidades como André Rebouças y Luis Gama, ciudadanos negros, héroes brasileros en la lucha contra la esclavitud.
Emanoel Araujo
Director Ejecutivo y Curatorial del Museo Afro Brasil
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